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jueves, 13 de noviembre de 2008

PERU (CUSCO, MACCHU) 2008 november


Genial.
Un viaje muy especial y completo: trabajo interesante y aventura, perfecto. Tengo toda la cara quemada del sol, ni pensé en darme crema y esas cosas pero la altitud era tremenda y la claridad ha hecho su trabajo.

En Perú he comido casi de todo y ha sido una pasada: todo delicioso, sin comentarios, me he puesto las botas y no he dicho que no a nada. Bueno sí, había una especie de Cuisse o hamster estofado que no probé...en esta ocasión.

Aunque demasiado turístico, la gocé en Machu Picchu (aunque quizás me gustó más Cusco) y me vinieron a la cabeza otros sitios que he visitado y que podríamos meter en este tipo de viajes (como el templo de Borobudur o Prambanan en Java o Tikal en Guatemala y ya, en menor medida e igual de turísticos, Cobá, Chitzen-Iza o Tulum en México).

Esto es lo que ví.
Por trabajo, estuve en Lima de lunes a viernes, aunque un día fui en avión a Trujillo, que es preciosa (la plaza de día y la catedral por la noche iluminada).
El viernes me fui solo por mi cuenta (1 hora de avión) a Cusco (o Cuzco), una de las ciudades más altas del mundo, a más de 3.400 m de altura. No sufrí el famoso "soroche" (mal de altura) aunque tomé varios mates de coca por si aca.

Antigua capital del reino Inca, en sus calles todo invitaba a viajar en el tiempo, aunque destacaba la Plaza de Armas, que de noche y de día era espectacular y siempre bulliciosa. Una gozada. Mi empresa me ofreció la posibilidad de alojarme en un Museo de Arte Precolombino y que solo tiene 4 habitaciones (que no se ofrecen al público) para gente "ilustre", compromisos, políticos,...y allí que me metí yo (por unos 7 euros/día).
Cusco me ha fascinado, definitivamente es una pasada. Por la noche hacía mucho frío, pero en el día sol y calor.

Madrugué para tomar un tren que salía a las 6am hacia Machu Picchu, principal recurso turístico de Perú y una de las Siete Maravillas del Mundo. 4 horas en un vagón "de lujo" con techos acristalados en un viaje muy entretenido. En las profundidades de las cumbres andinas existe esta misteriosa ruina a 2.430m construida por los incas, durante 400 años abandonada en un acantilado de niebla sumergida en la selva con más de 60 monumentos arqueológicos, algunos reconstruidos, en una compleja red de caminos incas. 
Redescubierta en 1911, no contiene registros escritos o grabados, nada que pueda arrojar luz a su historia. Desde entonces y durante 110 años, ha desafiado interminables récords de visitantes y de científicos que aún tratan de descifrar cómo este centro político, administrativo y religioso inca ocupaba un espacio neurálgico de interacción y conexión entre los Andes y la Amazonía. El tren me dejó en Aguas Calientes y allí tomé un bus. 
Tras el primer impacto visual y rodeado de llamas, ví el panorama: demasiados turistas, aquello era una "churrera" y le quitaba magia al lugar, donde estuve 3h; oía a los guías explicar cosas, en exceso imaginativas porque los incas no tenían escritura y muchas son solo suposiciones. Lo visitaban unas 3.300 personas/día. Y era noviembre. Aunque la ley fijaba una capacidad máxima de 2.500/día, se veía superada en casi 1.000 más. Lo visitan de media 1 millón de personas/año y en 2019 se tomaron ya medidas para descongestionarlo: quienes compren la entrada deben indicar una hora y hay solo 2 turnos. Majestuoso, enigmático e imponente, me costaba sacar fotos sin turistas pero no me importó: disfruté muchísimo en un lugar muy espectacular.

A la vuelta a Cusco el tren pilló una vaca, acabó descuartizada en las vías, vaya susto, pareció que el tren chocó con algo muy gordo pero nadie sabía lo que pasaba.... Esa noche en Cusco me dí un masaje "full-body" y luego llegué a mi hotel tarde porque estuve muy entretenido por ahí...charlando con gente y bebiendo un preparado que llaman "Pisco Sour" (piscosauer) que por cierto estaba mucho mejor que los que probé en Lima. Y la cerveza Cusqueña, muy rica también. 

El domingo me recorrí de nuevo Cusco en un par de horitas para verlo de día y había un desfile en la Plaza de Armas, muy colorido, buena gente, viven en otra galaxia. Luego me le llamé al "taxista" que me había llevado al hotel cuando llegué al aeropuerto, que resultó ser un excelente profesional, colaborador/guía de National Geographic en la zona, y estuve unas 4 horas viendo los alrededores de Cusco: templos, excavaciones, santuarios, una pasada, y más con sus comentarios, historias y leyendas, que me dejaron atónito por lo que hace siglos fue la zona y su influencia en todo el continente. También ví una fábrica de joyería de plata y ropa de alpaca. Todo muy rústico.

Posiblemente, un viaje a Perú de 1 o 2 semanas deba de incluir no solo Cusco y Machu Picchu, sino también Iquitos (Amazonas) y Arequipa-Cañón del Colca, lugares que quiero visitar más adelante...
























































Puedes ver los otros dos posts de PERU



y un video de los tres viajes a Peru

3 comentarios:

  1. Yo fui de visita a la selva, exactamente de Turismo a pacaya samiria y fue una experiencia grandiosa, y me dejo grandes recuerdos.Muy recomendada.

    http://yanayacuexpeditions.blogspot.com

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  2. Hola Oscar!
    Felicitaciones por tomarte el tiempo de escribir y compartir tu experiencia, la forma como lo cuentas hace que de alguna manera el lector lo viva.
    Buena suerte y saludos!

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